Promesa de sangre es el libro que más me ha gustado de la saga, aunque el final no me ha convencido. 
Aún así, la saga en general, es una historia muy bien construida, que empieza regular pero da un gran salto del primer al segundo y tercer libro. La escritura también mejora mucho con cada libro. 

Lo mejor, el worldbuilding; muy entretenido leer sobre las distintas razas y cómo contribuyen a la historia del mundo y a la trama. Y todo el tema de la historia entre las dos razas de elfos, las diferencias políticas y las apariciones puntuales de los dioses también está muy bien desarrollado. 
Los personajes mejoran mucho a lo largo de los libros, aunque siempre mantienen un toque de adolescencia que no encaja del todo con el tema de ser elfos y tener cientos de años. Rylen sin duda es el más interesante, y Kara por detrás aunque sólo me gustó su trama en el último libro.

Lo que menos me ha gustado es la trama de la adicción. Al estar tan implicado en el nombre de la saga pensaba que tendría un papel más importante, pero queda en un segundo plano y aunque la sangre de plata si llega a ser importante para la magia, lo de la adicción me pareció que sobraba.

Es una saga que me ha gustado leer, pero a la que dudo que vuelva.